Es una festividad que se conmemora en la población de Mucuchíes, el 29 de diciembre, con la oportuna intervención del Santo Negrito para permitir la victoria militar del Ejército de su pueblo acoquinado por la caída en acción de su abanderado. Desde entonces, los devotos de todas las aldeas cercanas al pueblo de Mucuchíes y la mayoría de la población merideña, ponen en marcha una minuciosa organización para festejar la bondad del Santo.